juego

rápidamente hablando, como con un fast forward bucal, dijo "pido gancho", y el mundo se detuvo a su alrededor, siguiendo las reglas del homo ludens mas pragmático. caminó a través de estatuas caldeadas por el sol tímido y arropado por bufandas níveas de otoño. se sintió un poco tosco, un poco deshilachado en los bordes. se sentó a la vera de un hilito de agua que la precaria imaginación de sus aledaños habitantos dió a llamar río. tomó dos o tres piedras más o menos chatas, y practicó deslucidos tiros que dieron como resultado el hundimiento insultante de un juego que nunca supo jugar. "el que me toca es un chancho" gritó alguien desde los arbustos resecos. el juego terminó. se hundió sin siquiera saltar una sola vez sobre el agua.