viernes, 13 de abril de 2007

reunion


un dia se juntaron el glam y la onda, y charlando de cosas de la vida, se dieron cuenta que eran muy grosos. yo me estaba yendo, y casi sin querer, me tuve que desviar de mi camino habitual por razones que no vienen al caso, asique no pregunten. la cosa es que en esos desvíos impensados que el destino suele tirarte por la cabeza, tuve la oportunidad de pasar tranquilamente con mis manos en los bolsillos y auriculares en mis oidos en el momento en el que esa charla se estaba gestando. Me estallo la cabeza.

yo musical



la música funciona de soundtrack en nuestras vidas. cada momento, cada clímax visual, vital, interior o exterior, va acompañado de cierta melancolía espiritual que puede encontrar su par en los acordes reminiscentes de un tema. muchas veces me ocurre, y creo que a todos nos pasa lo mismo, de sentirme extrañamente identificado con una canción; es la cualidad del músico que logra recolectar un sentimiento único, pero a la vez universal, y nos hace el grandísimo favor de regalarnoslo para sentir que esa melodía nos emula, nos moldea, y se moldea con nosotros.
aca va el video de uno de esos temas. gracias thom york por escribirlo exclusivamente para mi, y para millones de personas mas. cuenten mon amis que temas les hacen sentir eso.

kleines info




despues de largo tiempo de ausencia no premeditada, les traigo directo desde el fondo de la parte de arriba del placard, algún que otro dato chiquito, para deleitar esa parte de su cerebro que está evidentemente al pedo. por razones que se encuentran en un nivel superior a mi entendimiento inmediato, este post va sin música. una falta grave para este blog, casi imperdonable, casi inimaginable, casi inentendible, casi estatua, casi me caigo de la silla, pero tengo vértigo.

La primera vez que se utilizò la steadycam, mis queridos cineastas y afines, fue en la clàsica escena de rocky 1, donde el semental italiano entrena subiendo las escaleras del museo de arte de Filadelfia.

La escena en la que Stanley Kubrick realiza las 89 retomas, es en The Shinning, cuando Jack Nicholson le da un hachazo en la espalda al negro.

Stanley Kubrick, la fuente indiscutida del dato chiquito hasta el momento, tiró, me duele en el alma decirlo, unas 15 cámaras por la ventana para lograr la toma que quería en la escena de la Naranja Mecánica donde Alex se tira por la ventana del depto, casi al final.