juego

rápidamente hablando, como con un fast forward bucal, dijo "pido gancho", y el mundo se detuvo a su alrededor, siguiendo las reglas del homo ludens mas pragmático. caminó a través de estatuas caldeadas por el sol tímido y arropado por bufandas níveas de otoño. se sintió un poco tosco, un poco deshilachado en los bordes. se sentó a la vera de un hilito de agua que la precaria imaginación de sus aledaños habitantos dió a llamar río. tomó dos o tres piedras más o menos chatas, y practicó deslucidos tiros que dieron como resultado el hundimiento insultante de un juego que nunca supo jugar. "el que me toca es un chancho" gritó alguien desde los arbustos resecos. el juego terminó. se hundió sin siquiera saltar una sola vez sobre el agua.

sensación

termino el viaje sobre una nube de papel mal encuadernado. mis pupilas dilatadas por el esfuerzo sostenido, la supremacía contradictoria de la tristeza y la hermosa sensación de sentirse lleno. reconozco en una historia releída, la primera etapa de la sutil canción del talento. su vida apocalíptica, difícilmente sostenible, pero aún armónica, ilustrada por la insaciedad del pensamiento, del descubrimiento eterno de un álito frugal y cálido dentro de cada fragmento de realidad, de cada piedrita pateada al azar por un niño en la plaza. ella vivió en la mente de alguien, y modificó catastrófica y bellamente las otras vidas dentro de esa mente. también vivió su altivez precoz y erudita en un universo fuera de todas las mentes, y dentro de todas las tardes melancólicas que quedan por vivir. sobrio fue mi despertar, desasosiego peregrino que fue y vino, sobre mis miedos y mis deseos, sobre mis pensamientos y mi lengua desdichada, sobre mis hèroes y mis tumbas.

coso

les dejo un hermoso tema de david bowie luego de dias asiagos en los cuales los vegetales latentes en nuestras almas han impedido que nos acerquemos a regar las raíces de este audiovisual blog, que tantas satisfacciones nos ha entregado en tan poco tiempo. semana de idas y mas idas, sin ninguna venida, revolcándonos en una modorra sin regocijo, en una reminisente sensación de tupper de fideos al pesto dejado reposar en la heladera durante lustros. reconozco el olor a zapatilla nueva cuando lo siento, reconozco el sabor a otoño amarillento cuándo se pega a mi paladar, reconozco el sonido de ese bajo guerrero, amenazante y subestimado cuando hace vibrar mis ahumados pulmones, reconozco la cadencia decadente de ese video contrastado y saturado cuando inunda mis pupilas de sal. salté por el balcón y en el camino me encontré con tim burton y robert plant tomando té con finas mazas. no eran las 5 de la tarde.

odio este domingo híbrido

video para un domingo a las 7 de la tarde, cuando la dominguitis está en su salsa, el cosquilleo espumante de frustración, melancolía, tristeza y ganas de vivir en una nube, llena nuestros músculos de plasticola y revienta nuestros oídos con presión virtual. El domingo es realmente el día donde el universo entero, todos los hombres de este mundo ya adomingado de por sí, se hermanan, comparten un mismo sentimiento.

Acabo de prender un cigarrillo al revés, creo que el sabor desagradable a muchos químicos mortales que en este momento está tomando por asalto mis sentidos, es la mejor metáfora para el domingo. Entonces, el domingo es como el filtro de un phillip morris.

dato chiquito

Por algún capricho mezquino y sin sentido aparente de algún dios, el big bang, o la física cuántica, a algunas personas nos agrada sobremanera, y por ello quedan grabados en nuestra desmañada mente con metal de fundición, el dato chiquito.
dato chiquito n.m. (lat datum chiquitum) fragmento de información generalmente inútil 2. referencia cognitiva sin valor funcional que ocupa el lugar de un conocimiento que sí podría llegar a sernos de utilidad 3. dato fantini.
La afición al dato chiquito, herramienta cognitiva del mentiroso, artificio arcaico y traicionero del chamuyero, recurso seguro de cualquier conversación insustancial, puede darse por herencia genética paterna, o desarrollarse en algún momento de la adolescencia, luego de años de lecturas metafísicas y/o pseudo-científicas (revista muy interesante o afines).
A continuación enumeraré algunos de ellos que en este momento se acercan y se cuelgan del timbre de mi frágil y dominguera memoria.

Aristóteles era pollerudo, un hombre golpeado y dominado por su señora esposa.

Aristóteles fue profesor de Alejandro Magno

Alejandro Magno era gay

Santo Tomás de Aquino sufría de un grave problema de obesidad. en el monasterio donde había fijado residencia debieron modelarle una mesa para que su prominente estómago encastre en ella.

Nietzsche estaba enamorado de su hermana.

Chesterton era un fanático religioso

Cleopatra era en realidad muy fea
Chaplin era comunista

Stanley Kubrick hizo 89 retomas (o algo así) de una toma (no me acuerdo en este momento en que película era, después agrego ese dato).

Stanley Kubrick hizo remodelar una cámara antigua que ya nadie usaba para poder filmar una escena íntegramente iluminada con velas en Barry Lingdon.

Stanley Kibrick era un groso

En lo sucesivo se irán posteando más. Invitamos a nuestros fieles lectores que agreguen todo dato chiquito que crean dato chiquito. Puede provenir de cualquier arte y/o actividad.

voyerito

guardabosques

experimentando la grabación en audition con micrófono al cual prejuiciosamente lo habíamos calificado como choto, nos hemos llevado una sorpresa dentro de todo agradable. acá va la prueba, un hit de las noches vegetales.

la tigresa del oriente

acabamos de quedarnos sin palabras. el mundo se está yendo a la mierda.

. inodoro feliz

En realidad, el de la idea fue el "negro gonzalez", mi viejo y particualar maestro de electricidad domiciliaria. Exponente máximo de las turbias y vertiginosas historias que giran alrededor las mujeres que ejercen la prostitución en el tan afamado y popular barrio Alberdi de Rio IV. Su faceta de magnate podia resumirse en una agencia de remis, constituida la misma por; un renault 12 break, el tipico peugeot 504 de la década del noventa y un ford falcon sprint como estrella de la flota.
Un tipo sencillo, de los que toman mate cocido y disfrutan de empapar la medialuna, esperar el momento en que alguno de los cuernos esta a punto de desgarrarse, dar el primer mordisco y de alguna manera disfrutar del posterior chorrear que va, algunas veces de manera zigzagueante, desde las boqueras hasta el cuello/suelo.
Fue una de tantas mañanas que vegetabamos durante la clase en modo grupal , en la que el negro dijo; "en realidad yo sigo aca por la antigüedad, porque me conviene. Pero mi idea es poder algún día hacer papel higiénico con caricaturas". Nos cagamos de risa, el respeto se había ido corriendo saltando por encima de las mesas de prueba eléctricas. Mientras el nos miraba, con un gesto de frustración monumental, seguimos hablando de los pro y contras del transporte como negocio familiar.
Sin embargo, la idea del papel higienico con caricaturas quedo almacenada en alguna parte de mi persona.
Hubo un día en el que de alguna manera la idea se materializo. Con Pablo y Lucas hicimos del sueño del "negro gonzalez" una manifestación hasta casi "artística". Sucedió uno de los primeros días en que dimos largada a nuestra carrera como comunicadores, debiamos atravesar, con el dedo gordo del éxito presionandonos los ojos, la imperiosa primera prueba como futuros obreros del audio y la imagen. Casi llegado el mediodia, con el pasillo del aula 207 como escenario y sala de parto, dimos a luz a "Inodoro Feliz". Una audaz y monumental manifestación del "estado puro" en el que se hallaban nuestros fueros interiores.
A pesar de nuestra satisfacción personal, no recuerdo precisamente cuando, pero en algún momento nos dimos cuenta que la radio no era lo nuestro.

. me caí

Hoy caí. Para contarles prefiero correrme un poquito, cederle el lugar a los sonidos, y evitarme el riesgo de mancharlos con palabras chiquitas.

Vegetal 1

Querido blog:
Hoy no hice absolutamente nada. Me levante a las 4 de la tarde, con la cabeza llena de murciélagos alcoholizados con sus radares embotados de tanto gritar. Con movimientos empastados y ganas de imprimir a todas mis acciones ese menjunje de bizcochuelo que recubría mis articulaciones, giré mis ojos perezosos hacia la cabecera virtual del colchón tuneado que constituye a veces mi lecho. Tirado en una posición muy parecida a la mía, se encontraba vegetando un cascarudo. Es raro compartir ese estado de potus deshidratado con un insecto. Temí estar soñando nuevamente con convertirme en un Luis Buñuel bananero. Pero no, efectivamente el cascarudo amodorrado existía, y me miraba con ojos semi-cerrados, transmitiendonos mutuamente nuestra nada. Permanecimos en posición fetal por alrededor de una eternidad, acompañándonos fraternalmente en un día que cualquier persona con algunos volts de actividad cerebral se esforzaría sobremanera en revertir, o en olvidar a la brevedad. La marquesina diurna de sombras azules, el cielo razo que tantas proyecciones me ha otorgado a través de los años, desdibujaba manchas de humedad, deformando esas desagradables nubes edilicias, trocándolas en escaleras infinitas, ilustraciones de un uscher parapléjico.
Vi una sombra saltar y uír desesperada del habitáculo. El cascarudo decidió hacer algo de su vida.
Los ojos se me llenaron de lágrimas. La trsteza de perder un compañero de emociones puede resultar desagradable.

Tema 4

El formidable destino de una mujer hermosa redefinió pensamientos de un lustro maniqueo. Ambientes atemporales, la inocencia redefinida de un mundo paralelo con deseos de existir, pernoctó sin miedo en una repetición visual que nunca cansa. Otra ciudad que es la misma ciudad, otra historia que nunca pareció la nuestra. Me fui haciendo sapito.

Frustración

Terrible imagen del premio Word Press Photo. Cuando yo pueda sacar una foto así lo mas probable es que me deje la barba y me vaya a recorrer malasia en triciclo.

corre y veras

El sol cayo y las palabras no quisieron caer con el. Senti la lengua aspera de tanto pensar, y regurgitar el residuo de las ideas. Mi unica compañia semi-viva era el sobrio aroma de una noche de disfrute. Que lindo es rasguñarse las rodillas jugando a la escondida. Cayo un aviador de ojos tristes sobre mi mesa de luz. Fue la misma historia que vos me contaste en el utero de los cambios. Fue simplemete un ocaso.